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Turkey: Istanbul

  • The Wild Voyage
  • Mar 8, 2017
  • 3 min read

Updated: Oct 14, 2022

En Turquía el contacto fue corto, y sobre todo con sus artesanías y la cultura culinaria. Es un festín al paladar, de sabores, tan distintos unos de otros, es una nueva e intensa realidad, como si hubiera realidades más reales que otras realidades. Es un despertar. El humus con nueces, el mousse de banana, croquetas de cordero, cuscús. Todo es delicioso.

Las artesanías coloridas, con arabescos que exaltan la visual, la imaginación, las texturas, las lámparas que te remontan a un cuento oriental, que no quieres dejar de leer. Las mismas son encantadoras, te atrapan, te cautivan, preso de sus formas y de los colores de los nimios cristales que la componen.



No tuve oportunidad de ver mucho de Turquía, pero el atisbo me dejó con hambre de más. Tampoco tuve oportunidad de poder sacar muchas fotos debido a que la cámara se encontraba despachada en mi valija, que iba directo a otro país, y tuve un problema técnico con el intermitente funcionamiento de mi celular. Durante mi paso por Estambúl, en el que pude ver una zona muy cercana al aeropuerto, pero no acercarme mucho más. En mi experiencia tres lugares que no se pueden dejar de visitar Galata Tower, El gran bazar de las especias, y Blue Mosque. (lo que el tiempo que estuve me permitió ver, pero hay mucho más)

El paisaje que ofrece esta ciudad en el invierno cuando nieva, es una escenografía impresionante digna de la ficción. Y en verano ver el conjunto de casas pegaditas y altas, como en una villa de la toscana, reflejadas en el agua del río.

El aeropuerto de Atartuk, está a media hora de ese centro, en taxi. No es muy accesible, pero sí muy directo. En la zona más turística te llegan a agarrar dólares, y euros. La moneda oficial es la lira turca.


Lo primero para ver sería la Blue Mosque, (mezquita azul) tratá siempre de ingresar con ropa que muestre poco, sobre todo que cubra rodillas, hombros, pelo. La entrada es gratuita, está abierto todos los días desde las nueve de la mañana, hasta las siete de la tarde, la entrada a turismo está permitida siempre y cuando no haya justo una ceremonia propia de su religión, la cual es exclusiva para ellos, y no para visitantes. Tiene una arquitectura muy bonita, con minaretes, y cúpulas. Y su interior parece la escenografía de una película, es como una galaxia dorada y azul, con grandes candelabros y columnas.


El Gran Bazar


queda del lado del aeropuerto, es decir antes de cruzar el puente, al otro lado de Estambúl. Abre bien temprano a la mañana, desde las 8.30 y cierra cerca del anochecer, es el mercado más grande de Estambúl. Si te gustan los elementos decorativos, esto va a significar una exaltación. No compré nada, pero los precios se pueden regatear. Hay desde tapetes, cortinas, lámparas en todos los rótulos, funciona de lunes a sábados. Si no querés perderte de nada, lo mejor es ir dos días por separado, siempre pasa que ves algo en un stand, empiezas a recorrer, y cuando quieres regresar al stand de interés no lo encuentras. El tranvía te deja a cinco cuadras, si no estás cerca, de modo contrario podés caminar y conocer más de la ciudad.


Torre Galata


Cruzando el puerto natural Cuerno de Oro (agua que se comunica con el mar negro y el mar de mármara, y pasa por debajo de los puentes que conectan la otra parte de Estambúl) te encontrás, con lo Torre Galata, si te gusta caminar y tenés tiempo, podés ir a pie. Es una preciosa torre, clásica de arquitectura medieval, en estructura que termina en un cono con forma de punta. Yo creo que vale la pena cruzar al otro lado aunque se disponga de poco tiempo, sólo para ver la torre, además del paisaje de sus alrededores, por supuesto. Ahora con más tiempo, hay muchas cosas por ver y hacer, y caminar tranquilo por las angostas veredas, y las preciosas callecitas que se extienden en vertical, se disponen en zigzag, cuervas con empedrados y enredaderas, puertas y balcones de diversas gamas. se puede apreciar el baile de los derviches, con sus largas faldas y sus estrambóticos sombreros, que giran y giran sin parar.




Los tranvías son otro modo de desplazarse en Estambúl, son preciosos, te deja en los puntos de interés, y estratégicos, y también cruzan el puente de una punta a la otra.


Este plano que dejo a continuación, de la red de tranvías con sus respectivas estaciones, para que puedas compararlo con el plano de los lugares que capten tu atención para visitar. Esta imagen, podés encontrarla también en cualquier sitio web.



 
 
 

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